Genio y figura incluso en su despedida, Miguel Martín deja la presidencia de la Asociación Española de Banca (AEB) con duras críticas al saneamiento de sistema financiero. Nada más nombrar la asamblea general de la AEB por unanimidad a José María Roldán, procedente también del Banco de España, Martín recuerda que la banca “saneada o rescatada” supone el 28% del sistema, que ha provocado “un daño reputacional tremendo” a las entidades ‘sanas’. Se han concentrado todos los esfuerzos en las entidades problemática, cuando es “la banca sana, la que se ha recapitalizado por sus propios medios como es su obligación, la que debe recibir toda la atención, porque es la base imprescindible de la economía”. Y concluye que “el éxito de la reforma es lograr un sector financiero más sólido, eficiente, rentable y competitivo”, no rescatar entidades inviables.

De los 77.818 millones de euros de ayudas públicas a la banca se han recuperado 1.980 millones (977 millones de Banca Cívica devueltos por CaixaBank y los 1.003 millones puestos por el Banco Etcheverría para comprar NCG Banco), ya que Martín  no incluye los 1.204 millones generados por la venta de un paquete de Bankia, “porque han ido a BFA, no al Frob”. De las pérdidas ya materializadas, 52.081 millones, la banca ‘sana’ ha asumido 16.117 millones, el 30,4%. Y los bancos han destinado 9.406 millones al rescate de las cajas de ahorros. “Las entidades se vuelven sanas no con dinero, sino con gestión, saber hacer banca”, subraya Martín.

Utilizando una idea del FMI de 2012, el presidente saliente de la AEB insiste en que “hasta que las entidades no viables sean resueltas, los bancos sanos continuarán siendo penalizados”. “Te quitan depósitos y también créditos que podrías dar como banca sana», argumenta Martín.

Martín lanza en su despedida tres avisos. Uno, sobre las cuentas. La banca ha vuelto en 2013 a los beneficios, 9.353 millones de euros, frente a los 1.704 millones de pérdidas en 2012, gracias a las menores previsiones, que han permitido compensar el deterioro de los márgenes. “Pero los beneficios trimestrales son declinantes, y en las cuentas individuales se registran pérdidas en España tanto en el tercer trimestre como en el cuarto”, señala el que fuera subgobernador del Banco de España.

El segundo es sobre la morosidad. Reconoce que el descenso, por segundo mes consecutivo, es un efecto estadístico. Y pronostica nuevos incrementos de la morosidad.

La tercera advertencia es sobre la rentabilidad. El rendimiento sobre recursos propios (ROE), 4,43% en 2013, no sólo se ha reducido en 1,8 puntos, sino que en algunos casos el coste de capital supera el 12%. Tres veces más. La rentabilidad también está muy tocada, «con el ROE en el 4,3%, cuando el coste de capital supera en algunos casos el 12%», «La gran labor de la banca tiene que ser recuperar la rentabilidad, ganar como mínimo el coste del capital«, reflexiona Martín. «Para volver a la rentabilidad hay que ganar cuota de mercado y, evidentemente no todos pueden ganarla», señala. Recomienda a las entidades «ver dónde van a estar los negocios rentables en los próximos diez años, para situarse». Sobre fusiones, cree “necesario determinar qué nivel de competencia se quiere en el sistema financiero”, debe producirse una concentración “racional”, teniendo muy en cuenta que el futuro de la banca “se juega en Europa”.

Consejo al sucesor

El presidente saliente destaca que su sucesor, José María Roldán, en su etapa como director general del Banco de España «no ha favorecido en ningún momento» a la banca, ha sido «absolutamente neutral e independiente», “ha hecho lo que tenía que hacer, lo que le han exigido las autoridades». “Si uno conoce la trayectoria de Roldán, no deja lugar a dudas de la calidad de la elección”, en lo que parece una andanada al ministro de Economía, Luis de Guindos, que trató de vetar que Roldán asumiera la presidencia de la AEB.

Martín aconseja a su sucesor que se diferencie «lo máximo posible» de él. También le pide que cambie el «ritmo y la forma» de presidir la patronal bancaria.